Además, el ambiente especial de Sevilla se puso muy de manifiesto. Es un público que se entrega, que participa, que demuestra que está y que lo vive. Cuando el Cardenal Amato empezó a hablar fue interrumpido tan de seguido y con tanta intensidad por los aplausos que debió pensar que sería necesario llegar a la noche para completar la homilía. Al Papa, a la misma Sevilla, a la Madre Purísima. Cuando mencionó a las Hermanas de la Cruz fue el acabose. Una ovación interminable de varios minutos, con el público en pie; cuando parecía que aquello terminaba se transformó en palmas por sevillanas; parecían acabarse y volvieron los aplausos redoblados, un éxtasis de fervor, cariño y aplausos. También los hubo para la niña del milagro y para el cardenal emérito, Amigo Vallejo. Además, los Cardenales Rouco y García Gascp , 30 Obispos y más de 100 sacerdotes, además de unas 500 religiosas de la orden a la que perteneció la Beata y de la que llegó a ser superiora.
Nuestras banderas ondearon en todo momento y pudimos dar numerosos calendarios a quienes se interesaban por nuestra presencia, entre ellos algunos amigos que ya conocíamos anteriormente y otros que no conocíamos, pero que nos siguen a través de la web.
A continuación, también asistimos a la celebración del aniversario de la fundación de la Legión Española, que tuvo lugar en el local de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Sevilla.
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